Parece que las ventas de tablets se relajan a nivel global. El dispositivo que parecía venir a ocupar el lugar de los portátiles al uso —antes lo intentaron las tablets PC, las PDA, los ultraligeros, los netbook… —, empieza a perder popularidad.
En parte, debido a la excelente acogida de Smartphones con pantallas por encima de las 5,5” y de equipos híbridos 2 en 1 y/o ultrabooks basados en Windows, que ganan adeptos. Por no decir que los usuarios nos hemos dado cuenta de que una tablet sirve para lo que sirve, con sus virtudes y limitaciones.
Así, y si hasta 2013 el incremento de las ventas interanuales de tablets rozaba el 50%, lo que se dijo en 2014, la verdad, es que la desaceleración ha sido desoladora. El mercado se desinfla y según el último informe publicado por IDC, el iPad sigue su tendencia a la baja, con una caída cercana al 13%. Google y su Android salvan el tipo con un 16% positivo, mientras que el gran beneficiado ha sido Microsoft con un aumento cercano al 70% en terminales táctiles basados en Windows 8. Un último dato: en economías emergentes las ventas de tablets crecieron tan solo un 11,5%; en las más estables, un irrisorio 31%.
Habrá quien piense que el de las tablets es un mercado maduro… Yo creo que los usuarios también hemos perdido la ilusión por este dispositivo. Y ¿qué podernos esperar en 2015? Quien sabe, pero de lo que sí podemos estar seguros es que Android seguirá siendo el rey en esta gama de producto.