Hay usuarios que acostumbran a calificar un Smartphone por características como su procesador, memoria o pantalla, pero una de las prestaciones más importantes es la batería. De ella depende la vida de tu teléfono.

Es una historia poco conocida, pero resulta que el Reino Unido estuvo a punto de perder la Guerra de las Malvinas con Argentina en 1982 por un detalle casi nimio. En una de las batallas decisivas el ejército británico recibió la orden de disparar una andanada de misiles, pero éstos no despegaron. Los dispositivos disparadores se habían quedado sin pilas.

Una batería es un dispositivo corrosivo que comienza a deteriorarse, en el mismo momento en que se fabrica en la cadena de montaje. ¿Qué factores afectan a su ciclo de vida?

Un porcentaje importante de la autonomía de un dispositivo depende de nosotros. Aspectos como la forma de recargado, el uso que hacemos e, incluso, la temperatura ambiente pueden alargar o reducir su autonomía más de un 30%.

EI corazón de una batería

Los Smartphones, tablets, ordenadores portátiles, cámaras de fotos y coches eléctricos usan baterías de iones de litio o Li-ion. Este tipo de acumulador emplea una sal de litio que es la que procura los iones para que se produzca la carga y descarga.

Las baterías de Li-ion son tan populares porque utilizan materiales finos y ligeros que permiten su uso en dispositivos de bolsillo.

Una evolución de esta tecnología es el polímero de litio o Li-Po, usado en algunos smartphones con baterías no extraíbles, así como en dispositivos bluetooth (auriculares) y objetos del Internet de las Cosas. Admiten más densidad de carga, por eso son más pequeñas, aunque también tardan más en descargarse.

En cuanto a su capacidad, la mayoría de los fabricantes utilizan los miliamperios por hora (mAh). Una batería de 3.000 mAh dura el doble que una de 1.500 mAh, pero sólo si usas el mismo hardware, por eso puede ocurrir que una batería de 1.500 mAh  puede aguantar sin recargar más que otra de 2.000 mAh en un teléfono móvil diferente. Este valor también suele estar asociado al tamaño: cuanto más mAh tiene una batería, más pesa y ocupa. La salud de una batería se mide en su capacidad, y se reduce a medida que cumple años y se recarga.

Mantenerla sin usar durante mucho tiempo con una carga completa también le perjudica. Si sabes que no vas a usar el móvil en una temporada, déjalo al 50%.La pérdida de carga sin uso se llama Autodescarga. En un mes una batería de móvil sin usar pierde entre el 6 y el 20% de su carga. Hay que tener en cuenta que no es constante. Lo normal es que se autodescargue un 5% el primer día, y luego un 1% o un 2% al mes. El circuito de protección añade otro 3% al mes.

¿Qué influye en su duración?

Es un factor que no se tiene en cuenta, pero la temperatura influye en la capacidad de una batería tanto como las recargas. Se calcula que por cada 10°C de aumento el ratio de autodescarga se dobla.

Para explicarlo, hay que saber que un componente de la batería se Oxida (pierde electrones) y otro se reduce (gana electrones). Cuando la batería está en uso se cierra el circuito interno y comienza la descarga, y al recargarla se vuelve a abrir y se renueva el proceso. Este cambio de estado de los electrones se ve afectado por la temperatura, tanto las muy altas como las muy bajas reducen la capacidad y aumentan el tiempo de carga. Una batería de móvil conservada a 400 pierde el 35% de su capacidad en un año, sin usarla. Las bajas temperaturas pueden reducirla hasta un 25%.

Así que, si vienes de la calle, antes de recargarla deja que la batería se adapte a la temperatura ambiente y nunca lo hagas con temperaturas bajo cero. Otro factor del que se habla mucho es el llamado efecto memorias. Este término se puso de moda con las pilas recargables y. erróneamente, se aplica también a la batería de los móviles.

EI efecto memoria aparece en una batería cuando no se descarga completamente antes de recargarla. Se crean unos cristales en su interior, debido a una reacción química, que reducen la capacidad. Se soluciona haciendo una descarga y carga completa.

Afecta a las del tipo níquel cadmio (Ni-Cd) y níquel e hidruro metálico (Ni-Mh), como las populares pilas recargables. Sin embargo, las de iones de litio de los smartphones apenas se ven afectadas.

Estas, por el contrario, si sufren lo que se conoce como “pasivación”. Se trata de una fina película que cubre el ánodo de la batería y que hace caer el voltaje hasta el punto de dejar de funcionar. Se produce cuando el móvil permanece mucho tiempo apagado, o sólo se hacen pequeñas cargas. Se soluciona con una descarga y recarga completa. Por eso los expertos recomiendan realizar al menos una carga completa al mes.

El móvil también cuenta

El tipo de hardware influye en el consumo de batería, y con ello, en la frecuencia de las recargas. Así, cuanto más tamaño y brillo tenga una pan talla, más energía consume. Las LED y AMOLED, no necesitan retroiluminación porque los píxeles que se usan se iluminan de forma independiente, dejando apagados el resto, por tanto consumen menos.

En cuanto al procesador, cuanto más potente sea, y más núcleos tengan, más consume. Una pantalla 2Ko 4k necesita más recursos del procesador que una 1080p o 720p.

Es importante el calor que el procesador genera. Si es excesivo y no se disipa bien, la batería se sobrecalienta, reduciendo su capacidad con el tiempo.

También hay que tener en cuenta la tecnología de fabricación. Cuantos menos nanómetros use, menos consumo y menos calentamiento producen. Por ejemplo. Samsung ha comenzado a fabricar procesadores Exynos con tecnología de 14 nanómetros, que sustituye a la tecnología de 20 nanómetros. Gastan un 30% menos porque la distancia entre los transistores es menor y, por tanto, los electrones recorren menos distancia para activar o desactivar un bit.

Por último, el software y sistema operativo también son determinantes. Las últimas versiones de iOS y Android gestionan mucho mejor la batería del móvil.

Las apps que emplees también son vitales. Un reciente estudio de la Universidad de Purdue indica que el 49% de la batería se consume con el móvil en reposo. ¿La culpa? Las apps que funcionan en segundo plano. Así que si quieres que la vida de tu teléfono se prolongue el mayor tiempo posible, no sólo debes fijarte en la capacidad de su batería al comprarlo, también cuidarla como se merece para que dure el máximo tiempo posible.